miércoles, 24 de junio de 2009

Llamando la lluvia

Puedo escuchar la voz del viento, repitiendo su nombre entre las tejas y las hojas. Susurrando a las estrellas ocultas, que ya no derramen su luz sobre la noche.
Puedo escuchar su voz, y no dejo de recordarte, quebrandome alas, buscando la herida que me abriste en la línea del corazón.
Puedo escuchar al viento, llamando a la lluvia.

lunes, 11 de mayo de 2009

Entre la bruma marina.

En esa pequeña aldea portuaria, todos eran pescadores. Todos sus ancestros lo habían sido, y nadie dudaba que todos sus descendientes lo serían. El mar estaba tan incrustado en sus costillas, que lo exhalaban incluso antes de nacer. Estaba en cada detalle de sus vidas. Era todo lo que comían, todo el hálito de vida que pudieran tener. Sus puñales eran sus huesos y espinas. Entre las hebras de sus cabellos siempre se mezclaban su rocío y arena. A través de sus manos, curtidas y con branquias, inhalaban las escamas de su oleaje. Incluso en su sexo eran como peces arrastrados por la corriente. El ritmo de las mareas lunares marcaba el ritmo de sus vidas. Estaban tan intrínsecamente fusionados al océano, que se volvía algo más esencial que el aire que respiraban. Y por ser tan primordial, perdía toda su trascendencia. De tan cercano, era confuso, invisible. Sus ojos eran el horizonte de salitre y niebla, y no sus espectadores. Sus lenguas eran los crustáceos, y no sus gustadores. Ellos eran el mar, y no sus habitantes




(fragmento)

viernes, 8 de mayo de 2009

Diente de León


Hay cosas que están veladas entre las piedras. Ámbares escondidos entre los musgos dormidos. Suben con la espuma marina, bajan cuando el reflujo las devuelve a la arena. Están dispersas sobre el asfalto, descansan cubiertas entre las raíces de los árboles. Esperando que alguien les dé el aliento. Con los ojos, no. Con mi cerebro reptil develo, tocando entre sueños, un tacto prohibido. Que bebo a sorbos, con las orejas floridas. De entre mis labios devuelvo al aire lo que he tomado. Y flotan etéreas las diosas de pétalo. Hay cosas que quedan tendidas sobre las rocas, esperando la muerte, como cáscaras vacías después de descubrirse, esperando el vacío que viene desde las tinieblas del ayer.