viernes, 8 de mayo de 2009

Diente de León


Hay cosas que están veladas entre las piedras. Ámbares escondidos entre los musgos dormidos. Suben con la espuma marina, bajan cuando el reflujo las devuelve a la arena. Están dispersas sobre el asfalto, descansan cubiertas entre las raíces de los árboles. Esperando que alguien les dé el aliento. Con los ojos, no. Con mi cerebro reptil develo, tocando entre sueños, un tacto prohibido. Que bebo a sorbos, con las orejas floridas. De entre mis labios devuelvo al aire lo que he tomado. Y flotan etéreas las diosas de pétalo. Hay cosas que quedan tendidas sobre las rocas, esperando la muerte, como cáscaras vacías después de descubrirse, esperando el vacío que viene desde las tinieblas del ayer.

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